viernes, 10 de marzo de 2017

15. Empieza el año y empiezan los cambios

Hola todas! Hoy me dieron ganas de compartir una experiencia que viví hace unos días.
En el post anterior, escribí sobre el paso del tiempo a raíz de la maternidad. Me causa gracia porque aunque había escrito esto, lo que me pasó me tomó completamente por sorpresa.
¿Y AHORA?

Me quedé parada sin entender bien qué hacer. Me dijeron que J. ya no iba más al grupo de bebés, que se iba al grupito de más grandes. ¡CLARO! Pensé yo, es lógico, no tendría sentido... pero... ¿y yo? Me quedé parada sin saber muy bien dónde poner el cuerpo, cómo acompañarla ahora "desde afuera". Me reía sola porque fui totalmente convencida de que iba a ser como había sido todo el año pasado, pero el año pasado ella tenía un año y todo era diferente. Ahora ya tenía dos, y podía jugar a otros juegos, y lo que creo que más me shockeó: SIN MÍ. No necesitaba que yo estuviera al lado de ella, asistiéndola, acompañándola. Creció, y yo no me había enterado! Es decir, sabia, por supuesto que sé que cumplió 2, pero ¿Sabía que todo había cambiado y que ya no era más como el año pasado?
Después de sobreponerme a la emoción y a la sorpresa, pude dar un paso al costado y disfrutar de esto nuevo que estaba pasando. Lloré un poquito - de la mezcla de emociones - sin que nadie se diera cuenta, y sonreí.

¿Les pasó alguna vez algo así?

2 comentarios:

  1. La vida de madres es crecer junto a nuestros hijos!

    ResponderEliminar
  2. Claro Lu!!! Esas emociones encontradas y mezcladas las seguís teniendo toda la vida. Olivia tiene 5 años y me sigue sorprendiendo en situaciones para las que creia que no estaba preparada. El día que bailó en el teatro en la muestra de su escuela de danza puedo decirte que sufrí bastante por mis miedos a que no disfrutara tanta exposición con sólo 4 años pero me sorprendí al verla sonriente y feliz y de a poco me fui relajando. Comprendí que somos personas distintas, que muchas veces proyecto mis propios miedos y que lo mejor que puedo hacer es acompañarla, confiando más en Oli que me da a cada rato lecciones que aprender. Obviamente en el camino sé que voy a seguir llorando con esas emociones mezcladas con miedo, alegría, admiración.

    ResponderEliminar