jueves, 25 de mayo de 2017

21. Días con vos

Hola todas!
Hoy comparto con ustedes estas palabras con las que pude darle forma a algo que me pasa hace dos años y unos meses.

💛

Cuando FINALMENTE te dormís, no se bien qué hacer. Te extraño, te
miro dormir. Pienso en la lista infinita de cosas pendientes, trato de dormir porque me duele el entrecejo del sueño, pero hay tantas cosas que ordenar, mientras estoy acostada sufro pensando en el descontrol que dejamos en el piso del comedor. Me levanto, voy y vengo. Los minutos se me pasan volando mientras voy de la cocina a la compu, del celular al lavadero. Hago todo a medias. Mientras meto la ropa en el lavarropas me acuerdo que me deje media mano sin pintar, y vuelvo al baño antes de que vos encuentres el esmalte abierto.
Por primera vez en mi vida tengo mails sin abrir, mensajes en rojo en el celular con los que jamás pensé que habría de convivir. Resuelvo lo que puedo, postergo la mayoría.
Mientras dormis, te extraño, porque desde hace dos años y unos meses que soy CON VOS, y cuando de a ratos estoy sola, voy juntando los pedacitos de plastilina que dejaste mientras hacías pizza. Acomodo a tu muñeco-hijo y pienso en todo lo que no hice en esta hora. Pienso también en qué lejanas quedaron esas tardes libres, de libertad infinita, de "hacés lo que querés", de "todo el tiempo del mundo". Las saludo a la distancia, con tranquilidad. Pienso ahora todo lo que crecí en estos años y hago algo de ruido, a propósito, a ver si ya te vas despertando que te extraño.

jueves, 11 de mayo de 2017

20. Llega la segunda

Hola todas! Hoy en el blog tenemos una invitada de lujo para charlar acerca de la llegada de "el segundo" hijo. En este caso es "la segunda". Lucía es amiga de la casa y nos comparte su íntima historia. Al leer estas palabras, se me puso la piel de gallina en varios momentos. Quizás porque al leer a Lu escucho su voz relatando algo desde el corazón.


Lu es mamá de una de casi 3, y recientemente de su segunda hija. Le pregunté cómo fue la llegada de "la segunda". Me gustó tanto el mail que me mandó, que voy a compartirlo como fue escrito respetando los tiempos y modos en que fue escrito. - después me cuentan en qué parte se les hizo un nudo en la garganta a ver si fue en las mismas que a mí-.

Quisiera tener otro par de brazos
Una tarde cualquiera de otoño mi mamá me hacía compañía en casa.  Tomábamos café en la mesa de la cocina, mi hija tenía fiebre y dormía en el sillón. ¿Por qué no te hacés un evatest? dijo, y yo no contesté. Ni bien se fue a trabajar alcé a mi hija y nos fuimos juntas a Farmacity. Compré un evatest y un paquete de pañales. Dos rayas violetas en el visor. Mi hija iba a tener una hermana.
¿Cómo podría querer a Hermana tanto como a Hija? Hija me llena, hija me completa.       ¿Cómo hacer espacio para Hermana en nuestra vida? Hija compartirá su cuarto, hija tendrá celos, hija sufrirá (un poquito) y yo con ella.
39.3 semanas. Sábado de carnaval. El corso anuncia su retirada. Bailamos con Hija en la terraza. Rompo bolsa, nos tenemos que despedir. Mi mamá viene a buscarla, se la lleva ya dormida. Las contracciones ganan ritmo, Hermana está por llegar. Seremos otras a nuestro reencuentro.

10:25 am – eclipse solar: Hermana es ahora Hija menor. Hociqueo su olor a cebo, la beso, la abrazo. ¨Hola hija¨ Sonrío grande y profundo. Es igual a Hija mayor, es hermosa.  Toma la teta, vuelvo a sentir ese placentero tironeo en el pezón. Estamos bien, estamos juntas. ¿Qué dirá Hija mayor cuando la vea?
12:30 Llega Hija mayor. Quisiera tener otro par de brazos. Hija menor toma teta. Hija mayor se acerca tímida a la cama. Quiero que sepa que la quiero y que nada de esto le duela. Pero no se trata de lo que yo quiero, sino de lo que es.   No tengo otro par de brazos e Hija menor está tomando teta. Miro a Hija mayor a los ojos, le cuento que ahora tiene una Hermana. Ella prefiere irse a upa de Abu y yo me atraganto de angustia. Hija menor se duerme, suavemente pasa a los brazos de su papá. Me levanto con la fuerza que no tengo y alzo a Hija mayor. Nos abrazamos, sonrío profundo otra vez.
Estamos en casa, somos cuatro. Nos multiplicamos. Nada se repite, cada experiencia es única. No vuelvo a hacer las mismas cosas que hice hace dos años. El llamado es a ser madre de Hija menor, conocerla. La casa también es distinta.  
Hija mayor espera. Prometo varias veces al día que: ¨Cuando termine de darle la teta…” Cumplo. Pospongo pero nunca dejo de hacer lo prometido. Las demandas de Hija menor son urgentes, impostergables. Acudo inmediatamente a su llanto. Extraño enormemente a Hija mayor, aún en los momentos en que estamos juntas. Siento culpa por haberle robado la exclusividad de nuestro tiempo. Cada rato que compartimos a solas vale oro y se luce en lo estrechos que son nuestros abrazos.
Hija menor hereda moisés, ropitas y juguetes de su hermana. Hija mayor señala que: ¨Esto es mío, mío y mío.” La veo sacarse la ropa, me muestra unas calzas talle 6M, se las pone; resulta el look de Mickey Rourke en “El Luchador”. Nos reímos todas.
Entre las 19 y 23 hrs. soy la Mujer-Pulpo. Cocino, doy la teta, pongo la mesa, ordeno juguetes tirados, hago upa,  levanto la mesa, lavo platos, doy la teta, barro, ordeno juguetes tirados, preparo la mochila y vianda para mañana, hago upa, preparo té, intento mantener una conversación adulta, lleno la bañadera, separo los pijamas, hago upa, lavo dientes pequeños, baño a Hija mayor, me baño entre peces y mariposas acuáticas, pongo pañal XG, vacío la bañadera, lleno la bañadera, hago upa, canto una canción, le doy cuerda a la cajita de música, baño a Hija menor, doy la teta, pongo pañal RN, leo un cuento, doy la teta, canto una canción doy la teta, pido ayuda, doy la teta, hago upa y me voy a dormir.
Somos una familia, no sé por qué pero esto de ser cuatro nos cambió los títulos. Fuimos pareja, pareja con bebé y pareja con nena chiquita.  Por algún motivo ya no combina más decir pareja con bebé y nena chiquita.

Qué generosidad en las palabras de Lu. Cuánta honestidad y qué emocionante fue para mí leerla. Gracias de corazón.

domingo, 7 de mayo de 2017

19. Empezar el jardin

Hola todas!
Por acá cumplimos el primer tramo de jardín. Se podría decir que ya estamos bastante adaptados (todos nosotros). 
Tengo algunas imágenes guardadas para siempre que no pude sacar foto, obvio, pero que las comparto. Un grupo de mamás escondidas, asomadas espiando a ver cómo estaba el suyo en el medio de la actividad. De golpe uno mira para donde están ellas, todas se agachan rápido. Me sentí identificada con esa doble sensación de: querer que crezca, pero intriga de saber ... y cómo estará sin mí?
Qué experiencia fuerte, cuántas sensaciones que todavía no logro procesar.
Cuando llegamos, y algún compañerito le grita por su nombre a la mia, todavía me emociono. Me conmueve que MI BEBÉ ya es una personita con nombre invocada por OTRA personita con nombre. Y ahí va, corriendo a medias, a abrazar a su nueva amiga.
Como describía mi cuñada, los zombies de 2 años deambulan en la sala agarrando los chiches, esquivando alguna patada voladora, subiéndose a un banaquito para agarrar otra galletita. Todo caóticamente tierno.
Los primeros días fueron difíciles, sobre todo para los grandes. Ella siempre la pasó bien, pero la sensación de incertidumbre y de inexperiencia nos dejaba un poco temerosos. ¿Y si le pasa algo? ¿Y si alguno le hace algo? ¿Y si llora?
Creo que el desafío más importante de empezar el Jardín, es atravesar ese momento en donde un hijo ingresa a OTRA institución, ya no la familia propia, y poder confiar en ese otro lugar. Con otras reglas, otros modos, otros ritmos. ¿Y si tiene hambreeeeeeeeeeeeeeee? Ya le darán algo, me digo ahora.
Y para ustedes, ¿cómo fue empezar el jardín? ¿qué es lo que más les cuesta como mamás de este gran paso para toda la familia? ¿Ya tenían experiencias previas en otros jardines?