jueves, 29 de junio de 2017

24. Preguntas típicas de chicos antes de irse a dormir

"Mamá... Winnie Pooh... tiene pito?"



Así me interroga mi hija antes de quedarse dormida. Me río, me sorprende, me enternece. Estás grande, es lo primero que pienso. Sí, tiene, es lo primero que digo. Aunque no estoy segura porque aunque parece masculino no lo sé con certeza. "¿Tiene pantalón?" agrega después. Me conmueve su pregunta sincera, su disposición a creer en todo lo que le diga. A veces me cuesta darme cuenta con cuánta atención toma cada una de mis palabras, a veces digo cosas sin pensar, no estoy preparada para tantas preguntas.
Mi hija ya no es más una bebé. Es una niña parlante, que me interroga, me cuestiona. Es una jovencita que se empaca, que decide no hacer cosas, que responde "no quiero" si la invito a subir al coche, "tranquila mami no pasa nada" - si no se lava los dientes, y otras declaraciones de pretenciosa autonomía. La admiro, me fascina su capacidad para decir cosas nuevas todos los días. Le agradezco cada vez que puedo cómo logró que yo redescubriera el mundo que nos rodea, cómo me ablandó a mí y a su papá.
¿Y a ustedes? ¿Qué cosas les preguntan sus hijos?

jueves, 8 de junio de 2017

22. Mamá JANDO

Hola todas.

Me veo siempre un poco a las corridas, con la sensación de que los días pasan volando. Miro el reloj y ya son las 12. De a momentos me invade una sensación rara que no puedo ponerle otro nombre: CULPA. Cuando J. pide que siga jugando con ella, o bañarse más rato, o incluso desde que empezó a decirme "no vayas". Pequeños momentos en donde si bien es claro que TENGO que irme, que QUIERO irme, que NECESITO irme, igual tiene un costo. Me deja un gustito raro el hecho de no estar 100% disponible. ¿Alguna vez lo estuve? Creo que no, salvo el momento del parto donde sí estaba al 100%, el resto de los momentos no podría asegurar que he estado con todo mi ser y mi cuerpo en una disponibilidad infinita. Incluso cuando le daba la teta, muchas veces pensaba en otra cosa (y eso me daba culpa OBVIAMENTE. Pensaba: "debería estar pensando en qué hermoso es este momento en vez de hacer la lista de supermercado").
La escucho jugar con sus muñecos, decir que ella es la mamá, que se va, que el bebé llora: "qué pasa hijo? MAMÁ JANDO". Experimento una mezcla de ternura, culpa y sorpresa por la manera tan sana que tiene de incorporar todo a través del juego.
Después mientras ya me fui, caminando, pienso que soy progre, moderna , una madre autónoma, independiente y con proyectos. Me río de mí: sé que no soy solo eso, que también me gustaría de a ratos "no tener nada más que hacer" que estar con ella. Nos prometo y cumplo diariamente momentos sin celular y acepto el desafío de ser mamá y también aprender a sostener mis proyectos.

¿Y a ustedes? ¿Les resulta fácil irse?